Testimonio de Luis Gabriel Murillo Liva, migrante hondureño

Alfredo Nieves Medina
Jefe de Departamento de Planoteca
11 de noviembre del 2015

Resumen

Entrevista realizada por Alfredo Nieves Medina, jefe de Departamento de Planoteca, el 11 de noviembre del 2015, al migrante Luis Gabriel Murillo Liva, de San Pedro Sula, Honduras, nacido el 18 de agosto de 1988, en el albergue de La Sagrada Familia en la ciudad de Apizaco, Tlaxcala.

Palabras claves: migrante, trenes de México, Houston, Honduras, delincuencia organizada.

Abstract

Interview conducted by Alfredo Nieves Medina, chief of the Plans Archive Department, on November the 11th 2015 of the migrant Luis Gabriel Murillo Liva, from San Pedro Sula, Honduras, born on August the 18th 1988, on the “La Sagrada Familia” shelter in the city of Apizaco, Tlaxcala.

Key words: migrant, Mexico´s trains, Houston, Honduras, organized crime.

Luis Gabriel Murillo Liva, de San Pedro Sula, Honduras, nacido el 18 de agosto de 1988, en el albergue de La Sagrada Familia en la ciudad de Apizaco, Tlaxcala.

AN: Agosto del 88, San Pedro Sula, Honduras. Bueno, ¿hacia dónde vas?
LGML: A pues, Houston.

AN: Houston, Texas. ¿Cuándo saliste de tu país?
LGML: 14 de octubre de, sí de octubre.

AN: ¿Y cuándo entraste a México?
LGML: Como el 17, 16, 17. (octubre 2015)

AN: ¿De octubre?
LGML: Sí.

AN: ¿Ya vas para casi un mes?
LGML: Sí.

AN: ¿Por dónde entraste?
LGML: Por Tabasco, por lo que es El Ceibo.

AN: Ceibo, Tabasco. ¿Por qué por ahí?
LGML: Porque por ahí es donde según está corriendo el tren ahorita, ahí de Tenosique, Tabasco, ahí es donde empieza a correr el tren.

AN: Y después de ahí, nos comentas de El Ceibo, ¿cómo ha sido tu viaje?
LGML: Pues ahí, batallando poquillo por la delincuencia, por lo que es la delincuencia, ahí en El Ceibo, venimos cinco de Honduras originalmente y nos asaltaron.

AN: O sea, tú venías en un grupo de cinco…
LGML: Somos dos sobrinos, mi hermano y mi tío, [además de él].

AN: Tu hermano, ¿y todavía siguen estando juntos?
LGML: Mi tío se regresó de Palenque.

AN: ¿Hacia tu país?
LGML: Sí.

AN: ¿De qué edad era tu tío?
LGML: 35.

AN: Ah, pues todavía era joven, ¿por qué, por el…?
LGML: Por los asaltos y la delincuencia que había.

AN: ¿A ustedes les tocó en El Ceibo?, ¿y en qué en otras partes?
LGML: ¿Los asaltos?

AN: Ajá.
LGML: Ahí en Coatzacoalcos, no nos dejaron subir al tren los muchachos que están pidiendo la cuota.

AN: ¿Quiénes eran ellos?
LGML: Se hacen pasar según que por Los Zetas. Piden cien dólares por cada persona para que te dejen subir al tren.

AN: ¡Cien dólares!, esa es la cuota, y si no tienes, ¿no te dejan subir?
LGML: No te dejan subir, en una ocasión me tocó mirar a un chavo que le pegaron un tiro y a otro lo acuchillaron de arriba y lo tiraron de arriba.

AN: ¿Tú los viste?
LGML: Sí.

AN: Aja. ¿Y eso en dónde fue?
LGML: Ahí en Coatzacoalcos.

AN: En Coatzacoalcos, o sea que tú tomas el tren en Tenosique y llega hasta Coatzacoalcos.
LGML: Sí. Y de Coatzacoalcos me tocó caminar cuarenta kilómetros hasta, hasta una estación, bueno es como un lugar, no sé si estación, pero La Arenera, y de ahí pudimos tomar el tren en la madrugada.

AN: ¿Hacia dónde?
LGML: Hacia Córdoba. De hecho, el tren venía directo para acá, iba para México, pero aquí pasando los túneles hubo un retén de Los Zetas, otra vez.

AN: ¿A ti te tocó el que nos estaba comentado, este, Jonathan y Christian, que detuvieron un tren?
LGML: No sé si será el mismo.

AN: Pero, ¿tú venías en ese tren que lo detuvieron?
LGML: No, no los conozco a ellos, pero el tren de nosotros, pasando los túneles, lo poncharon y después nosotros nos bajamos, y éramos los cinco de nosotros, porque de hecho otro muchacho se no pegó a nosotros, dos muchachos más al grupo, entonces arriba del tren pudimos ver como a las once de la noche cuatro personas armadas reuniendo a toda la gente arriba, entonces yo me bajé para este lado, yo traía un capote hasta abajo, plástico negro, entonces escuché unos pasos, venía un muchacho de aquel lado y pregunto él: ¿qué quiénes éramos nosotros?, pues nada más estaba mi carnal y yo, y los otros muchachos estaban escondidos, entonces no le contesté y la segunda vez volvió a preguntar y, pero cargó una pistola, como una nueve milímetros más o menos o una tres ochenta, entonces yo le dije: venimos en la máquina, entonces él pensó qué nosotros veníamos en la máquina, pero como trabajadores, entonces él dijo: súbanse a la máquina, entonces cuando, yo le dije a mi carnal: subámonos al tren donde veníamos en medio de los dos vagones. Nos subimos y ahí miramos ya tres trocas donde venían corriendo y muchachos bajándose de las trocas y todos armados, entonces me dice mi carnal: todos estos son Los Zetas, entonces nos tiramos del tren y corrimos entre la milpa, había una milpa, ahí pasamos la noche y la demás gente, pues se la llevaron ellos.

AN: Más o menos nos hablas de los túneles, ¿qué lugar recuerdas por ahí?
LGML: Nazaret, Jesús de Nazaret, algo así, en Puebla. 1 1. Ver referencia Ocultar referencia 1 El lugar es Jesús de Nazareno, Puebla.

AN: Eso es en Puebla. ¿Eso cuándo fue?, hoy estamos a, hoy es miércoles 11.
LGML: El domingo.

AN: ¡El Domingo! Haber regresemos un poquito hacia tu país, ¿allá a qué te dedicabas en tu país?
LGML: De hecho, no…, bueno a la construcción. Pero yo salí cuando tenía dieciséis años de mi país y ahorita tengo dos meses que regresé reportándome a Estados Unidos.

AN: ¿Qué tiempo estuviste en Estados Unidos?
LGML: Diez años.

AN: Diez años, ¿allá de qué trabajabas?
LGML: Carpintería, framing que le dicen.

AN: ¿En dónde?
LGML: En Houston.

AN: En Houston, y ¿por qué te regresaste?
LGML: Bueno, de hecho tenía que salir del país, porque me casé con una, mi señora es americana, tenía que salir a esperar el perdón un año en mí país, pero me agilizaron el caso porque venía con unos amigos, traíamos latas de cerveza y me pusieron una que le dicen DW allá y por eso me sacaron del país, sí.

AN: O sea, ¿qué ahora lo tienes más difícil?
LGML: Sí. Ahora tenía que esperar más tiempo en mi país, pero llegué y aguanté dos meses, y no, no se puede.

AN: O sea, no te deportaron, tú te saliste para lograr la ciudadanía, porque te casaste.
LGML: Sí.

AN: ¿Cómo está tu país?
LGML: Pues no conocía, casi, pues sí me acordaba y todo verdad, pero ya ahorita no, la economía y todo no sirve, gastas más de lo que puedes ganar, el promedio que ganas son doscientos y vas a comer y en un par de comidas te gastas cien y entonces no queda nada.

AN: ¿Y allá tienes en tu país… familia?
LGML: Sí, a mis padres.

AN: Tus padres. ¿Cuándo llegaste al albergue?
LGML: El lunes.

AN: El lunes llegaste al albergue. ¿Ya tienes hijos?
LGML: Dos.

AN: Que son ciudadanos americanos…
LGML: Sí.

AN: ¿Y cómo ves tu asunto?
LGML: Pues está bien difícil, ahorita estoy, hubo un cambio de planes a última hora, según nos íbamos a ir por Laredo, pero no se puede cruzar, hay mucha delincuencia, mucho Zeta, vamos a tener que, pues aquí a ver cómo le agarramos el tren aquí y pues pegarle para allá, para Sonora.

AN: Para Sonora, ¿cómo supieron los de Los Zetas allá por Tamaulipas?
LGML: Por las informaciones y todo eso, todo lo que es ahí Laredo, Piedras Negras, Reynosa, todo ahí es territorio de ellos, prácticamente, están secuestrando, incluso mi carnal estuvo secuestrado con ellos, cuando fue en el 2010.

AN: O sea, él llegó en 2010.
LGML: Sí.

AN: ¿En qué otros albergues de este tipo has estado?
LGML: En Tenosique, estuve, en Coatzacoalcos también y aquí en este.

AN: Nos hablas de que vas hacia Sonora, ¿pero de aquí de Apizaco para dónde?
LGML: Para Lechería.

AN: Para Lechería, ¿y de ahí?
LGML: Pues agarrar un tren para Guadalajara.

AN: Y de ahí, ¿hacia Sonora?
LGML: Sí. La verdad ahora me tengo ir informando más con los trenes para allá, porque la otra vez que pase, pues, llegué en tren hasta Lechería, de ahí fui a la Central del norte y agarré, tomé un autobús directo hasta Ciudad Juárez, sí.

AN: Esto de lo que estás hablando, ¿fue en el 2005?
LGML: Sí.

AN: O sea, ¿cómo estuvo ese viaje para ti y cómo esta este viaje ahora?
LGML: En el 2005 prácticamente no existía, ni lo que era la delincuencia de los narcos, que se metían con uno, yo sé que siempre ha existido eso del narcotráfico, todo el tiempo, verdad, pero no era negocio secuestrar la gente centroamericana, como es ahora. Ahora ya lo toman ya como un negocio y pues, antes estaba bien fácil. Antes estaba bien fácil la pasada, en 6 días, 8, 9, en 10 días estaba allá.

AN: ¿De tu país hasta Estados Unidos?
LGML: Sí. Y ahora ya llevo el mes y todavía voy a la mitad del camino, y ahora está súper difícil.

AN: En esa época, sí se puede saber, ¿en cuánto te salía el viaje?
LGML: Pues, el coyote de allá costo mil quinientos.

AN: ¿Y ese hasta dónde te llevó?
LGML: Hasta, de ahí, pasamos por Arizona, y este, nos quedamos en Luisiana, ahí estaban trabajando mis hermanos y hasta ahí me llevó el coyote, hasta Luisiana, Baton Rouge.

AN: Tu hermano, este que viene contigo ahorita, ¿ya ha estado también en Estados Unidos?
LGML: Sí.

AN: ¿Y allá tienes otros hermanos?
LGML: No.

AN: ¿O es nada más él que va ahorita?
LGML: El que va ahorita.

AN: ¿Qué tan pesado es viajar así, con la familia, irse cuidando?, o ¿es más fácil?
LGML: Esa es buena pregunta, no hombre, le digo que es algo bien difícil, porque igual ahorita yo traigo dos sobrinos, uno que acaba de cumplir dieciséis años ahorita y pues es como más difícil, porque tengo que ir con más cuidado y prácticamente, si fuera solo, yo creo que ya estuviera allá, pero como ahorita ya llevo dos días aquí planeando como voy salir, porque afuera esta Migración y como rodearle y pues ellos son los que más o menos me preocupan, por la familia, por la seguridad de ellos, porque en Tenosique, cuando nos asaltaron, nos salió una banda a las dos de la madrugada, entonces estaba lloviendo, teníamos toda la noche caminando y cuando íbamos caminando una curva, estamos entre una cañera y otra cañera, estaba la calle en medio, para llegar a lo que es la estación del tren, se oyó un disparo, eran los asaltantes y después salieron muchachos entre las cañeras, con machetes, entonces yo cuando miré que venían encapuchados sobre mí, como a las dos de la madrugada, yo corrí, haga de cuenta que me iban siguiendo, siguiendo otro bato, pero, pero se resbaló, entonces yo le tomé ventaja, me salté un cerco y me perdí, pero agarraron a mis dos sobrinos y mi carnal, y mi tío se logró escapar también entre las cañeras, al siguiente día, ahí pasé la noche, entre una laguna, al siguiente día llegué a Tenosique, hablé para Honduras, para ver cómo estaba la situación, que qué había pasado con ellos y ellos estaban secuestrados.

AN: ¿Ya les habían hablado por teléfono a tus…?
LGML: Ya habían ellos hablado pidiéndole tres mil dólares por cada uno y que se hacían pasar por Zetas, obviamente no eran Zetas, porque igual, el disparo que se escuchó fue de una veintidós, fue una arma chica y luego salieron los muchachos con machetes, ajá, y yo pienso que Los Zetas andan bien armados, entonces, pero se hacían pasar por esos y ahí los tuvieron todo el día y torturándoles, y pues yo rogándole a mis amigos de Estados Unidos cómo poder conseguir nueve mil dólares, es prácticamente imposible, si yo los pudiera conseguir, yo estuviera en mi país, no viniera arriesgando, arriesgándolos a ellos, sí. Y por eso se siente bien feo cuando están así porque la vida en juego, de ellos.

AN: ¿Y después cómo los rescataron?
LGML: Llegué al albergue con el Fray Tomás, de ahí en Tenosique y fuimos al ejército, se hizo el reporte, el ejército nos dijo: sí sabemos dónde pueden estar, porque hay muchos reportes seguidos, hay una banda muy grande ahí y los tienen en las cañeras, pero la neta ellos no son mexicanos, no podemos nosotros hacer nada, así nos dijo, entonces le dije: pues yo lo que quiero es que la vida de ellos, me entiende, lo que está en peligro ahorita, que se muevan, pero no quieren hacer nada los del ejército, entonces fuimos a la PGR, a la Procuraduría, ahí sí se hizo eso y se montaron operativos sobre ese lugar, entonces ellos como a las doce horas, catorce horas que estuvieron retenidos con ellos, los dejaron libres, al no conseguir dinero, los dejaron libres, nada más les quitaron el dinero que traían, uno traía como mil pesos, otro quinientos y así.

AN: ¿Y no agarraron a ninguno de ellos?
LGML: No.

AN: ¿De los secuestradores?
LGML: No agarraron, nada más los golpearon, a los muchachos los estaban torturando. Pero no pasó nada más, gracias a Dios.

AN: ¿Esos sobrinos, hijos de quién son?
LGML: De mi hermana.

AN: De tu hermana, mira nada más. Está fuerte.
LGML: Sí, luego tienen a mi hermano, luego cuando yo hablo, mi jefita está llorando, lloré y lloré y luego mi ápa, están en la casa y yo me desespero, y luego pues mi hermano es un año mayor que yo, que tienen ahí, tienen mis dos sobrinos.

AN: Está fuerte.
LGML: Ésta medio canijo.

AN: Y luego de aquí, ¿cómo le piensan llegar?
LGML: Pues, ahorita estoy esperando, porque ahora sí que nos quedamos sin dinero, ahorita vamos a recibir un dinero, ahorita como en una hora, dos horas, para tener para el taco y este, vamos a esperar al tren de aquel lado de la estación y a ver si no nos corretea la Migración y vamos a ver si lo podemos agarrar, porque viajar en combi o en autobús es un acto suicida, de aquí no pasamos.

AN: ¿Cómo les ha ido, aunque tú ya me platicaste una parte, con los policías?
LGML: Los policías, pues, nos han parado dos veces, pero no, la verdad como ya nos han asaltado atrás, ya no hemos traído dinero, lo que ellos quieren los policías, municipales y estatales, lo que buscan en nosotros es dinero, eso siempre. Muchachos vengan para acá, ¿ustedes son indocumentados?, sí y luego te hacen otras preguntas y luego te vuelven a repetir: ¿pero son indocumentados?, sí y por ahí te piden que te moches para los chescos, pero. pues no traemos.

AN: ¿Sin daño físico, o qué les hacen?
LGML: Pues no, nosotros siempre les hablamos con respeto a ellos y con humildad.

AN: ¿Y federales, policías?
LGML: No, los de la estación, los que así vulgarmente les dicen garroteros, ellos sí a veces nos corretean y nos quieren golpear.

AN: ¿Los trabajadores?, ¿trabajadores o guardias de seguridad?
LGML: Son guardias de seguridad.

AN: ¿Y de los garroteros, de los que andan en los trenes?
LGML: No, esos no nos han tocado.

AN: No te ha tocado que les pidan nada.
LGML: No, no.

AN: ¿En qué tipo de trenes has viajado?, ya sabemos que es de carga, ¿pero qué tipo de carga traían?
LGML: El de Tenosique, que viajamos para entrar a Veracruz, este, venía vacío, no traía nada y el de aquí, pues traía arena.

AN: Arena. Bueno, a ti la motivación principal es que ya estás matrimoniado y tienes que ir a integrarte a tu familia. Pero, por ejemplo, tus dos sobrinos, ¿por qué se vienen?
LGML: Bueno, de hecho cuando yo llegué a Honduras, un sobrino estaba en Chiapas, estaba en Tuxtla.

AN: ¿Trabajando o ya listo para…?
LGML: No, él venía viajando, pero se quedó ahí dos semanas, en eso llegué a Honduras, cuando él supo que yo estaba en Honduras, yo le dije que yo iba también a venir, entonces regresó para Honduras para venirse conmigo y mi otro sobrino, pues viene por la situación que vive mi hermana, también para ayudarla a ella y pues es un sueño que tiene llegar allá y hacer un futuro, porque en Honduras, básicamente, si naces pobre mueres pobre, es casi imposible que te superes, sí, pues haz de cuenta que yo cuando estuve soltero hice una casa en Honduras, hice una casa y es una de las mejores casas que hay.

AN: Mientras estuviste trabajando en Estados Unidos, ¿mandabas dinero para hacer la casa?
LGML: Sí. Yo como quiere mi padre, mi madre, mi carnalilla, la chiquilla y yo, a dos carnalas les di el estudio, todo el estudio y mi jefe no trabajaba, pues ya estaba grande y pues mi jefita pues tampoco y yo me hacía cargo de ellos, durante, mientras estuve allá nunca me olvidé de ellos, les hice una buena casa.

AN: ¿Cuántos hermanos son?
LGML: Seis.

AN: Seis. De ellos, ¿cuántos están o cuántos van hacia Estados Unidos?, ¿cuántos están en Estados Unidos, ¿cuántos están en Honduras?
LGML: Otra pregunta más, menos, este, en el 2013 murió un hermano mío, cruzando la frontera, aquí en México, Celaya, Guanajuato.

AN: ¿Violenta o enfermedad?
LGML: No. Fue que le pegó la influenza, esa que andaba pegando, la H1- N1, le pegó, de hecho, él fue el que nos llevó a todos, él fue el que pagó el coyote de todos, él fue el primero que llego allá.

AN: Pero él sí estuvo trabajando allá entonces.
LGML: Sí, él estuvo en Estados Unidos y el regresó a Honduras, y cuando regresó para atrás que iba para allá, le pasó eso.

AN: Oye, una pregunta medio fuerte, ¿cómo es tan difícil regresar un cuerpo hacia tu país?
LGML: Es tremendo, porque yo estaba en la casa y me estaba marcando mi primo de Carolina del Norte y yo no le contestaba, era un sábado me acuerdo y marco tres veces, no le contesto y dice mi esposa contéstale Baby, porque puede ser algo importante, entonces yo cuando contesto está llorando y me dice: Javier, ¿qué pasó con Javier? Le dije yo, pero cuando está llorando, bueno yo pensé un accidente, algo así, no algo tan grande y dijo que había muerto. Entonces de ahí ya sabrá, toda esa noche pase medio mal y hablando para Honduras, con mis jefes y todo eso, siguiente día hablé, busqué en Internet las embajadas de aquí de México, los consulados de Honduras y hasta que, y el de Houston, pero los consulados de México tienen, los de Estados Unidos no sirven, habla usted y habla, habla y habla, nunca le contestan y nunca jamás, y este, ya contacté los consulados de aquí y sí, ellos se hicieron cargo. Duró como ocho días, ocho días la repatriación, lo mandaron en avión para allá, a Tegucigalpa, la capital.

AN: Y él, ¿cómo venía viajando, iba hacia Estados Unidos?
LGML: Sí.

AN: ¿Y cómo iba viajando?
LGML: En tren.

AN: En el tren, órale, estuvo fuerte, ¿no?
LGML: Sí.

AN: ¿Y tus demás hermanos?
LGML: Ahí vamos, el otro, el otro va conmigo ahorita. Tengo otro que intentó también pasar, pero el otro no ha pasado, tengo otro que sí estuvo dos años, pero ya no se regresó.

AN: ¿Peligroso o encontró el modo de vivir allá?
LGML: Pues es que como ya tuvo sus muchachillos allá, hizo su familia allá.

AN: Es difícil regresarse, ¿verdad?
LGML: Sí.

AN: Podíamos decir que, en determinado momento, ¿los mueve la aventura? ¿O es más la situación económica?
LGML: No. Bueno, en lo personal, yo sea como sea voy a llegar, como sea yo tengo que llegar, es un algo que tengo y no es, al contrario, si me preguntan a veces tengo miedo y ya lo he hecho, y si, como ahorita a veces sí tengo nervios de que me tengo que salir, la verdad, pero tengo que llegar y voy a llegar.

AN: ¿De qué edades son tus hijos?
LGML: De cuatro y seis años.

AN: Órale, ya están grandes. ¿Qué les dices a tus niños cuando hablas por teléfono?
LGML: Que ya tengo que llegar, que no se preocupen, que voy a estar allá.

AN: ¿Y ellos?
LGML: Pues ya se imaginará, mi esposa me los llevó un, como cuatro días antes que yo venía para acá, porque yo estuve encerrado allá, entonces cuatro días antes y pues fue algo bien   dramático, algo bien difícil, como quiera te acuestas pensando en ellos, cuándo los vas a ver y te despiertas en lo mismo. Y hay que echarle ganas.

AN: ¿Y en qué parte estuviste detenido?
LGML: En CDF (Centro de detención) en Houston. Porque lo que pasa que Texas, ahorita no sé sí están informados, pero Texas este año tiene todas las leyes, están súper diferentes, están sacando a todos, a todos, si lo para el policía y te dio un ticket o algo por un míster minor, que es un delito menor allá, todos están saliendo, los están tirando para atrás, no es como antes, que años para atrás, eso era más diferente.

AN: ¿Y los fichan?
LGML: Sí, de hecho, si usted tiene una, en su récord, hace diez años, verdad, usted hizo algo, pero vamos a suponer que venía manejando y tomando hace diez años ya pagó, fue a la cárcel y ya, usted ya pagó, pero quedó esa manchita en su récord, ahorita va lace la policía y aunque usted sea residente, o sea, va a su casa y lo llevan para que arreglé cuentas, y hay muchos como, los centros de detención en Estados Unidos están lleno de residentes, de visas, gente que tiene visa, de gente que tiene permiso, ahorita ya no, peleando la gente para no perder, lo que es el estado de Texas, sí está tremendo ahorita.

AN: ¿Tú estabas en…?
LGML: Houston.

AN: O sea, que las leyes migratorias se van poniendo más difíciles.
LGML: Sí, más difíciles.

AN: ¿Tu esposa de dónde era?
LGML: De Texas.

AN: De Texas, ¿pero es americana o es chicana?
LGML: Chicana.

AN: ¿De mexicanos?
LGML: Pues siempre los padres, verdad, como los padres, los abuelos todos han nacido en Texas, sí, pero habla español, son descendientes de mexicanos, pero eran como de una quinta generación de texanos.

AN: ¿Y qué tan difícil es integrarse a los gringos, a los estadounidenses, en el hablar, en el comer?
LGML: Bueno, en mi caso, cuando yo la conocí a ella en un pueblo que se llama Siguard, Texas, es para west Texas, es ocho horas de Houston, no, nueve horas de distancia, entonces yo típico, nos conocimos, fuimos cuatro meses de novios y la traje para Houston, entonces…

AN: ¿Te echabas un viajecito de ochenta kilómetros?
LGML: Mmm, no, de más. Eran más de nueves horas manejando.

AN: ¿Nada más para ir a echar novio?
LGML: No, yo trabajaba ahí.

AN: Ah, ya, ya.
LGML: Hacíamos apartamentos y la compañía nos mandó a ese pueblo.

AN: ¿Y ahí la conociste?
LGML: Ahí la conocí y después como terminó el jalé como cuatro meses, me la traje para Houston, entonces no conviví mucho con la familia de ella, ella convivió más que todo conmigo, ya tenía apartamento allá en Houston.

AN: Perdón, una situación más confidencial, ahorita, ¿cómo le hacen con el dinero para sostenerse allá a tu familia?
LGML: Okey, esa es otra buena pregunta, cuando, ya ahorita ya llevó para seis meses, más o menos fuera de allá, y este, cuando pasó tenía ya pagada la renta, para un mes adelantada y todo eso y, pero después le dije, hablé con mi suegro que viniera por la familia, por ella y los dos niños y se los llevó para allá, para atrás, las nueve horas y así igual están otra vez en el pueblo, en la casa de él.

AN: Ah, por lo menos ya los apoyan con eso.
LGML: Sí, ya pues, ahí no les falta nada, en lo que llego yo.

AN: De todos modos, es muy difícil, ¿no?
LGML: En lo que llego yo, otra vez empezar de cero, porque prácticamente todas las cosas que tenía se perdieron.

AN: Bueno, ¿algo más que nos quieras comentar, Luis Gabriel, de este viaje?
LGML: Nada más echarle ganas y seguir para adelante.

AN: No hay de otra, ¿verdad?
LGML: Sin quitar la mira en Houston, porque está canijo.

AN: Bueno, agradecemos la colaboración de Luis Gabriel y esperemos que lo más pronto posible se reúna con su familia. Gracias.
LGML: Gracias.